miércoles, 15 de diciembre de 2010

Estudio de Caso: “Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo” Diplomado Gestión Socio - Ambiental, Universidad de Chile.

“Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo”

Hoy en día las discusiones frente a la modernidad y el progreso tienden a relacionarse con la transformación del espacio físico como parte del proceso globalizador de las economías y la internacionalización de los mercados, “pero muy poco o nada se ha dicho acerca de cómo el proceso de globalización impacta, afecta, metamorfosea al tiempo en las territorialidades de los espacios locales” (Ther, 2006). En el caso que se estudiará, la globalización tomará la forma de un emplazamiento denominado “Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo” (PHAM) cuyo fin será la generación de energía eléctrica a partir del uso de recursos hídricos. Esta construcción, a cargo de la empresa AES GENER S.A., será realizada en la comuna de San José de Maipo, involucrando la intervención de los esteros Colina, La Engorda, Las Placas y El Morado (ver anexo 1 y 2); a través de un lineamiento de túneles que abarca unos 70 kilómetros que desviarán parte de los flujos para hacerlos llegar a las turbinas de generación. A partir de este emplazamiento se han evidenciado un conjunto de conflictos, tanto por el impacto que ocasionará al medioambiente como también a las actividades económicas locales.

Sara Larraín, directora del programa Chile Sustentable, comenta que:
“aún se encuentran pendientes algunos aspectos clave como, por ejemplo, el manejo de las especies protegidas, o los derechos de agua y los puntos de captación de la obra, también están pendientes los permisos de las obras hidráulicas en el río Maipo… O sea, son temas pendientes bastante serios que le restan fuelle a este proyecto” (Larraín, www.elciudadano.cl).

Entre los múltiples conflictos, él que más ha impactado en la comunidad a nivel local es el posible proceso de desertificación y erosión en la cuenca del río Maipo debido a la disminución del caudal (ver anexo 3), lo que dejaría en  peligro latente a todas las actividades económicas recurrentes en el lugar; las cuales van desde el pastoreo, la ganadería y el riego, hasta el turismo escénico basado en la pristinidad de sus paisajes cordilleranos. Frente a esta última amenaza se ha presentado una polarización entre los propios habitantes del lugar, pues la empresa en su jerarquización de impactos ambientales ha propuesto como solución al posible déficit laboral la creación de 2000 empleos directos distribuidos en diferentes frentes de trabajo; más aún, se contrató los servicios de lobbistas para persuadir a la comunidad y aceptar estas condiciones, a partir de aquello hubo disparidad de ideas en torno a los habitantes del sector, quienes (por una parte) ven con buenos ojos este tipo de iniciativas.

Como contraparte se han creado agrupaciones ciudadanas que toman como bandera de lucha la preservación de su territorio con sus características intrínsecas, evitando la intervención antrópica a la que hoy en día se enfrenta. Entre ellas, la Coordinadora Río Maipo declara abiertamente la valoración al crecimiento que ha tenido la actividad turística del sector, considerando el beneficio económico que esto genera en la comunidad, lo cual se vería mermado al implementarse el cuestionado proyecto (www.riosdelmaipo.cl). También este tipo de agrupaciones han tomado el rol de supervisores del proceso de tramitación legal, evidenciado el tráfico de influencias para la exención de normas que buscan la preservación y conservación de áreas ricas en biodiversidad. Frente a esto el ingeniero y portavoz de Ríos del Maipo, Edison Acuña señala: "los ciudadanos estamos vigilando todo y tratando de alguna manera de parar la discrecionalidad de las decisiones públicas. Queremos que éstas sean transparentes, de cara a la opinión pública, que tengan razones, respaldo" (Acuña, www.ipslatam.net).

 En torno a esto AES GENER S.A. se defiende, en palabras del gerente de PHAM:
“Los ecologistas tuvieron tribuna en todas estas reuniones, con exposiciones en Power Point y en video. Así y todo, las organizaciones de base de la comunidad, de los 14.000 habitantes que viven ahí, no los que van a pasear, firmaron un convenio social que es parte de la resolución ambiental y es ley. El incumplimiento de este acuerdo significa que perdemos el permiso ambiental” (Mathiesen, www.lanacion.cl).

Esta situación hace evidente la veracidad de las  palabras de Aliste (2008):
“El desarrollo local presenta hoy en día una serie de desafíos para su consolidación como estrategia, los cuales se asocian no sólo a la herramientas que permitan y faciliten condiciones económicas, ecológicas y ambientales, sino también aquellas que, sobre todo, sean capaces de representar aspectos propios de las comunidades a las que se benefician y que además se conviertan en respuestas efectivas a sus inquietudes y expectativas”

En este contexto existen algunos aspectos que sugieren que todo el asunto ha sido abordado dentro de una estructura inadecuada para lograr equilibrios económicos, sociales y ambientales. Nos inspiramos en Elinor Ostrom (2009) para encontrar cuatro aspectos del problema que fundamentan nuestra tesis:

1. Los límites no están claramente definidos: Ésta es la fuente principal del conflicto. El agua, aunque el argumento también aplica para el terreno, como bien con derechos privados puede ser utilizado por dueños  que no necesariamente se encuentren al interior de la comunidad, permitiendo el acceso de extraños por lo cual "los usuarios locales enfrentan el riesgo de que cualquier beneficio que produzcan por medio de trabajo y esfuerzo sea escamoteado por otros que no han contribuido a esas tareas” (Ostrom, 2009:46). En la misma línea, no debería sorprendernos que cuando los riesgos se convierten en realidades, quiénes crearon beneficios con trabajo y esfuerzo se revelen; tal como lo hicieron los ecologistas del sector afectado.

2. Existe una incongruencia entre las reglas de apropiación, las de abastecimiento y las condiciones locales: Este punto queda en evidencia al no existir relación entre quienes tienen los recursos, quienes ponen las reglas y las definiciones que como comunidad se tienen sobre las actividades locales en torno al recurso hídrico, como lo es el turismo por ejemplo, actividad más afectada por el proyecto; incluso, se ha empujado hacia una polarización de la comunidad, trastocando las condiciones locales. Además, la empresa pretende hacer uso de los recursos para generar un bien (electricidad) a otras localidades principalmente: los beneficios no serán ni explícita ni  directamente a favor del desarrollo local, ya que ellos están en relación a las necesidades de la población en una escala mayor, en relación al país. Esta problemática sería un ejemplo de que "reglas uniformes establecidas para toda una nación, o para una región de grandes proporciones, difícilmente tomarán en cuenta los atributos específicos de un recurso que se utilizan en el diseño de las reglas de uso en una región determinada" (Ostrom, 2009:47).

3. Los acuerdos no son de elección colectiva: Claramente los acuerdos no se construyen con la comunidad, si no, se hacen dentro de un marco legal externo; esto conlleva que la institución "permiso ambiental" no sea capaz de elaborar reglas acordes a las circunstancias locales ni tampoco dé el espacio para que los lineamientos a lo largo del tiempo se puedan modificar y se adecuen a cambios en las características del lugar (Ostrom, op. cit.).

4. No hay suficiente reconocimiento al derecho de organizarse: Este enunciado se hace evidente al revisar el transcurso del proceso y la prensa existente en relación al caso.  A comienzos del mes de julio parte de la comunidad afectada (No a Alto Maipo) presentó un recurso de amparo para  revocar el permiso ambiental de la iniciativa, denunciando la vulneración de las garantías del derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación y el derecho a propiedad del artículo 19 de la Constitución (www.emol.com). Sin embargo, la justicia desestimó el recurso exigido y el proyecto seguirá en curso a partir del año 2011, apoyando el no reconocimiento de la organización de la comunidad para fijar sus propios objetivos (como la promoción del turismo). El gerente general de GENER declara que PHAM cumple con la normativa legal vigente, por lo que "hemos obtenido un resultado legal positivo, con respaldo de la comunidad de San José de Maipo" (Cerón, www.emol.com).

El estudio de este caso permite reconocer la existencia de irregularidades y limitantes por parte de la institucionalidad actual vigente –relacionada a avalar, autorizar y fiscalizar la ejecución de  estos proyectos de alta implicancia social y ambiental-; que incitan a cuestionar  la  gestión  que ésta realiza en los territorios. En consecuencia, para el manejo de estos sistemas de alta complejidad  se requiere de “diseños complejos”, principalmente si se pretende poner en  práctica el discurso institucional que orienta el devenir del país en la senda de un desarrollo sustentable.

En este contexto, es prioritario plantear la necesidad de revisar en profundidad los enfoques teóricos con que se abordan los desafíos para el  desarrollo sustentable, así como el énfasis de los instrumentos que de estos planteamientos derivan. A raíz de esto se enfatizan las oportunidades que ofrece la combinación de la ciencia posnormal y la transdisciplina para abordar la complejidad y construcción social del territorio y su contexto, a partir de la historia y su narrativización, la interacción y negociación entre actores, y la interacción entre estos y lo ambiental. Es así como PHAM se inserta  como una potente intervención sobre una unidad territorial compleja cargada de significados locales.

A modo de conclusión se menciona el trabajo de Ther (2006), con el objeto de contextualizar este tipo de conflictos sociales de contenido ambiental, y a si mismo  generar un lineamiento de como debiesen ser interpretados y abordados:

Los actuales procesos de transición, transformación y cambio social en la esfera de lo local están significando una enorme complejidad para su análisis: el territorio no sólo es espacio y actividades posibles de representar por medio de relaciones binomiales del tipo naturaleza-cultura. El territorio es más bien – y por sobretodo- tiempo espacializado de las actividades humanas cuya expresión viene a estar dada por imbricaciones contextuadas. En consecuencia, el análisis del territorio y sus transformaciones exigiendo un fuerte reconocimiento de lo local (que siempre es ya un entretejido denso con profundidad), exige también la interacción de este ámbito con lo global (entretejido de extensiones). El reconocimiento de estas imbricaciones contextuadas posibilitan analíticamente visualizar al territorio y sus devenires en y por juegos de memorias, estructuras sociales e imaginarios que dan lugar a continuos procesos de territorializaciones/desterritorializaciones/reterritorializaciones”


 Anexo 1: Plano del Proyecto Alto Maipo


 Fuente: FIMA, Fiscalía del Medio Ambiente
Nota: En el plano podemos ver la ubicación dentro de la Región Metropolitana del Cajón del Maipo y el emplazamiento a lo largo de éste del PHAM. El interlineado rojo da cuenta de la extensión de los túneles y ductos subterráneos que este mega proyecto construiría, abordando aproximadamente 70 km de extensión.

Anexo 2: Intercepción de agua en el Alto Maipo


Fuente: Organización Eco Maipo

Nota: Este proyecto sería el más ambicioso a instalarse en el Cajón del Maipo e implica la intervención en forma importante de la cuenca del Alto Maipo. Su bocatoma más alta estaría emplazada en el sector del Valle de la Engorda (a los pies del Volcán San José). Allí se captan 11 [m3/s] del estero La Engorda, estero Colina y la zona de las Placas. Estas aguas se conducen por un canal cubierto hasta el borde del valle de La Arena, donde se inicia un túnel que conduce las mismas por debajo del Morado.



 Anexo 3: Efectos del proyecto sobre el Río Colorado



 Fuente: Organización Eco Maipo
Nota: En este grafico se observan los efectos del proyecto sobre el río Colorado, lo cual fue expuesto por el comunero Jaques Stern. En su presentación se refirió a los recursos de agua existentes, y como su uso intensivo por el proyecto podrían afectar los ecosistemas del Cajón del Maipo. La situación es muy crítica tanto en el Alto Río Volcán, donde se podrían afectar vegas a la salida del Estero Colina, las Placas y la Engorda; como también en el Río Colorado. De los datos presentados (todos obtenidos de informes de la DGA) es evidente que al menos seis meses al año los caudales de los ríos afectados son inferiores a los caudales nominales que está solicitando la empresa. Por lo tanto también es evidente que gran parte del año las centrales no podrían generar la potencia nominal.

Anexo 4: Fotografía de residentes de San José de Maipo convocados a una reunión de participación ciudadana en torno al PHAM.


Fuente: Organización Eco Maipo
Nota: Público asistente a la reunión en la Laennec superó las 200 personas, por lo cual esta ha resultado ser la reunión más concurrida para debatir el proyecto Alto Maipo de AES Gener. En esta ocasión tanto los representantes de AES Gener como personas de la Comuna tuvieron oportunidad de plantear sus puntos de vista.



Bibliografía

Aliste, E. (2008). Aspectos sociales y culturales del desarrollo local: desafíos en la planificación y gestión ambientalmente sustentable del territorio. En: De la economía global al desarrollo local. El alcance de la intervención de los agentes de empleo y desarrollo local. España, Valencia; Universitat de Valencia, 85-95.

Coordinadora Ríos del Maipo (2010, 22 de Mayo). Protejamos la cuenca del río Maipo. Recuperado el 21 de Octubre de 2010,
 http://www.riosdelmaipo.cl/pdfs/rio%20maipo%20%281%29-INSERTO.JPG

ElCiudadano.cl (2010, 27 de Enero). Hidroeléctrica Alto Maipo: el Gobierno prefirió “tirar la pelota al córne”. Recuperado el 21 de Octubre de 2010 de http://www.elciudadano.cl/2010/01/27/hidroelectrica-alto-maipo-el-gobierno-prefirio-tirar-la-pelota-al-corner/

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Recuperado e 23 de Octubre de 2010 de
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=75990

Gobierno de Chile. SEIA (2010). Estudio de Impacto Ambiental "PROYECTO HIDROELÉCTRICO ALTO MAIPO". Recuperado el 24 de Octubre de 2010, de http://seia.sea.gob.cl/documentos/documento.php?idDocumento=2933048

IPS Inter Press Service (2010, 27 de Agosto). CHILE, el carbón de la discordia. Recuperado el 20 de Octubre de 2010, de

IPS Inter Press Service (2008, 27 de Junio). AMBIENTE-CHILE: Ciudadanía frente a proyectos energéticos. Recuperado el 24 de Octubre de 2010, de

LaNacion.cl (2010, 4 de Julio). Alto Maipo, más polémica que electricidad. Recuperado el 24 de Octubre de 2010, de http://www.lanacion.cl/alto-maipo-mas-polemica-que-electricidad/noticias/2010-07-03/212906.html

Mella, M. y Stern, J. (2010). AES Gener Amenaza El Riego Del Valle Del Maipo Y El Agua Potable De Santiago. En: Conflictos por el Agua en Chile. Sara Larraín y Pamela Poo Editores, (208-222).

No Alto Maipo (2008, 9 de Mayo). ¿Crees que el Cajón del Maipo es hermoso y debería ser protegido? Recuperado el 21 de Octubre de 2010, de http://www.noaltomaipo.blogspot.com/

Ostrom, E. (1995). Diseños complejos para manejos complejos. En Hanna, Susan &
Mohan Munasinghe (Eds.), Property rigths and the environment. Social and Ecological
Issues. The Beijer Internation Institute and the World Bank, Washington, EUA. (pp 33-46). Traducción de Horacio Bonfil Sanchez. Publicada en Gaceta Ecológica 54 (2000).

Ther, F. (2006). Complejidad territorial y sustentabilidad: notas para una epistemología de los estudios territoriales. Revista Horizontes Antropológicos, Porto Alegre, año 12 (25), 105-115.



                                                          Integrantes: Pablo Cortés
                                                                                Mxxxx Ixxxxx.
                                                                                   Claudia Iglesias
                                                                                 Claudio Pareja
                                                                                        Francisca Ramírez
                                                                               Andrea Urzúa
                                                                                      Jaime Valderrama

Energía Nuclear ¿un aporte a la sustentabilidad ambiental chilena? por MIL

El presente ensayo discute si la integración de la energía nuclear a la matriz energética chilena resultaría en un avance hacia el desarrollo sustentable. En este contexto, se plantea que existe evidencia suficiente para sostener que la inclusión de la núcleo-generación a la matriz energética no resultaría en un avance hacia el desarrollo sustentable de la sociedad chilena.

En Chile, en el período 1960-2007 se observada una tasa de crecimiento promedio en torno al 5% y una tasa de crecimiento anual promedio de 6,7% durante los últimos 20 años. Este comportamiento exponencial de la demanda de energía hace suponer un escenario de inversiones necesarias de gran monto para los próximos 20 años (CNE y GTZ, 2009).

Sobre este marco de requerimientos energéticos –generado por el modelo de desarrollo económico– se establece una arena política donde entran en contacto distintos agentes que conforman la red de actores políticos (partidos políticos, grupos de interés y movimientos sociales) que luchan por el predominio de sus ideales y/o por la compatibilización y entendimiento en torno al debate del desarrollo energético.

A continuación se describirán algunas comunicaciones generadas por actores políticos, con el fin de configurar un escenario de interacción que permita articular un ejercicio de discusión argumentada sobre esta controversia societal.

Durante el 2005, la entonces candidata a presidenta, M. Bachelet firmó, junto a 23 organizaciones ciudadanas ambientalistas,  el Acuerdo Chagual, en el que se compromete a no incluir la opción nuclear en la política energética nacional durante su mandato.  Sin embargo el 2007, desconociendo el acuerdo Bachelet destinó 100 millones al “Grupo de Trabajo en Núcleo Electricidad” para estudiar la energía nuclear en Chile. Luego, en marzo del 2008, en el marco del seminario “Energía nuclear: ¿una opción para Chile?”, patrocinado por el Ejecutivo y auspiciado por empresas del área nuclear de Francia, Estados Unidos, Canadá y Rusia, el Ministro Tokman, anunció que el gobierno destinaría 2 millones de dólares “para estudios tendientes a evaluar la incorporación de la energía nuclear en la matriz eléctrica del país” (Figueroa., 2008).

Recientemente, el actual Ministro de Energía Reineri afirmó que bajo los estándares de seguridad, limpieza y costos adecuados, la alternativa nuclear debería ser parte de la matriz energética, por lo que están trabajando en la implementación de un plan nuclear-eléctrico (Raineri 2010). EL plan incluiría una profunda restructuración de la Comisión Chilena de Energía Nuclear y creará un organismo especializado en la generación de personal adecuado para participar en la construcción y mantención de una central de generación.  Finalmente, dijo que la fórmula de viabilizar la construcción y puesta en marcha de una central nuclear seria “la asociatividad público-privada”, donde el gobierno participa como socio, o pone una garantía financiera; es decir el gobierno pone un seguro que cubre a la empresa nuclear privada por eventuales pérdidas. Insólitamente, al mismo tiempo que anunciaba este subsidio a la energía nuclear, el ministro aseguró que “bajo este periodo de gobierno no se tomará una decisión sobre este tipo de energía” (Larraín, 2010).

A continuación se describen algunos argumentos de oposición al desarrollo núcleo-eléctrico de las organizaciones ciudadanas ambientalista miembros del Acuerdo Chagual.

Un argumento de oposición recurrente es que el balance energético de los proyectos es estrecho e incluso se torna negativo si el uranio utilizado es de baja ley. Eso quiere decir que la energía requerida para sustentar el ciclo de vida completo de una planta núcleo-eléctrica (incluye minería y conversión del uranio, construcción, operación y mantenimiento, manejo y reprocesamiento de desechos, clausura,  desmantelamiento y confinamiento definitivo de residuos en repositorios geológicos) puede incluso ser mayor (dependiendo de la ley del mineral) a la que es capaz de generar durante toda la etapa de funcionamiento.

Respecto a los costos, se argumenta que estos son mayores que otras tecnologías de generación. Como argumentos se citan los análisis del PIU Energy Review21 y de la New Economics Foundation que muestran que los costos, proyectados al 2020, son mayores a los de la mayoría de las fuentes renovables (excepto la fotovoltaica). Este análisis de costos comparados de generación eléctrica es coincidente con las opciones de inversión que han primado en los años recientes en el sector eléctrico, particularmente en los países de la OECD (Clean Edge, 2005), y explican la ausencia de nuevos proyectos nucleares. Otros argumentos económicos relevantes son la limitada disponibilidad y el costo elevado del uranio. Si se considera el escenario actual de reservas; la tasa de utilización de uranio en las centrales actualmente en funcionamiento; y sin que se construyan nuevas centrales nucleares, se estima que el uranio de alta ley se agotará dentro de los próximos 60 años (o de 80 a 100 años, según los optimistas). La misma Agencia Internacional de Energía (AIE, 2007) reconoce reservas probadas sólo permitiría abastecer la actual demanda del parque nuclear existente por 85 años. Esta situación explica el alza sostenida en los precios del uranio, que ha aumentado en 565% desde diciembre de 2004, y más del 310% en los recientes 15 meses (Larraín y Romero, 2007).

A los argumentos económicos se suma que este tipo de iniciativas requiere de enormes subsidios estatales (seguros, seguridad de instalaciones y transporte, inversión científica y formación tecnológica). Adicionalmente, un estudio realizado por Goldenberg (2004),  muestra que la opción nuclear es la de peor desempeño en la generación de empleos por cada TW/h, con la creación de apenas 75 empleos, en comparación con 120 de la mini-hidro; 250 del gas natural y la gran-hidro; entre 700 y 1000 de la leña: entre 900 y 2400 de la energía eólica.

Por otra parte se argumenta que la extracción del uranio, un recurso no renovable, genera elementos contaminantes durante todo su ciclo de vida (mineración, enriquecimiento, generación, reprocesamiento y disposición con resguardo por miles de años).

Conjuntamente, este tipo de iniciativas genera una atmósfera de inseguridad sólo por el hecho de vivir en la cercanía de instalaciones o transportes de este tipo; también genera depreciación de bienes por los riesgos que implica esta opción y la inexistencia de seguros adecuados. Además, por los requerimientos de seguridad de instalaciones riesgosas, se generan estrictos sistemas de control y un ambiente militarizado. Adicionalmente, en países sísmicos, la amenaza de ocurrencia de estos agrega un riesgo adicional para las poblaciones y el medioambiente cercanos a instalaciones nucleares.

Paralelamente, conlleva riesgos asociados a tensiones políticas entre naciones y mayor vulnerabilidad para la seguridad interna por convertirse en potencial blanco estratégico en caso de conflictos bélicos o acciones terroristas. Adicionalmente, genera materiales para fines militares, un potencial generador de vulnerabilidad geopolítica, a lo que hay que agregar niveles adicionales de vulnerabilidad económica por potencial contaminación de la cadena alimenticia, la infraestructura y los recursos naturales bases del desarrollo económico.

Adicionalmente se argumenta que dependeríamos de un reducido número de países que pueden fabricar el combustible (Francia, Canadá, Japón, Rusia, Inglaterra, EE.UU., Bélgica, Alemania, Corea del Sur, España y Suecia), que dependeríamos de un número aún más reducido de países que pueden reprocesar los desechos radioactivos (Francia, Japón, Rusia e Inglaterra.), y que dependeríamos del único país -Rusia- que ha aceptado los desechos de otros países en su territorio, salvo que Chile aceptara la disposición geológica de desechos.

Finalmente se debe destacar que los accidentes nucleares no son descartables, aspecto que se ve ratificado por la lamentable frecuencia que muestran estos acontecimientos, a lo que se debe sumar la consideración sísmica del territorio chileno. Las fugas radiactivas provocadas por un terremoto de apenas 6,8 grados Richter en la planta nuclear Kashiwazaki Kariwa el 2007, en Japón, reinstalan la preocupación y alerta internacional ante los riesgos humanos y ambientales que acarrea la opción nuclear.

La acción del gobierno de Piñera se contradice con promesas de campaña y programa de gobierno -dónde asegura que no tomará una decisión sobre la opción nuclear- ya que está destinando fondos públicos para acondicionar personal, desarrollar la institucionalidad y preparar los instrumentos financieros para el desarrollo núcleo-eléctrico, es decir el andamiaje que se requiere para adoptar la opción nuclear y construir centrales nucleares.

La sociedad chilena debe esforzarse por generar las condiciones para que el concepto de desarrollo sustentable sea incorporado como una prioridad en la formulación y aplicación de políticas para el desarrollo, asumiendo para ello que la energía y el medioambiente son elementos esenciales. En este sentido, la política energética se constituye como una especificación sectorial de la política socioeconómica de largo plazo, induciendo una fuerte orientación al proceso de desarrollo, por lo que debe ser consistente con el concepto de desarrollo sustentable, reforzando la independencia energética, sustentabilidad ambiental, seguridad, calidad y costo, equidad, democracia y participación (PCS, 2004).


Los argumento en contra de este tipo de energía que enarbolan las agrupaciones de ciudadanos ambientalistas, demuestran que la opción nuclear no apunta en la dirección de desarrollo sustentable, y, por el contrario, resulta evidente que quienes impulsan este tipo iniciativa lo hacen bajo la óptica del crecimiento económico y no sobre la óptica más amplia del desarrollo económico, ni menos del desarrollo sustentable.

Es evidente que cualquier decisión nacional de esta envergadura debe contar con la participación de la ciudadanía, y que sus  representantes sepan al menos por qué la energía nuclear está en decadencia y no es una alternativa para el desarrollo energético sustentable. Por lo tanto es totalmente inaceptable que se opte por brindar financiamiento estatal a la nucleo-generación siendo esta una alternativa insustentable, cara y peligrosa.

Aparece además como necesario integrar soluciones energéticas que involucren el aumento de la eficiencia y la disminución del consumo. El estudio UTFSM y U de Chile (2008), muestra el significativo aporte que podrían materializar las Energía Renovables No Convencionales (ERNC) y la eficiencia energética (EE) al abastecimiento eléctrico al año 2025, suponiendo una contribución importantísima a la sustentabilidad del sistema eléctrico nacional. Esto significa una reducción de la vulnerabilidad y mejoramiento de la calidad del servicio, disminución de la dependencia energética, aumento de competitividad y productividad, reducción de impactos ambientales, reducción de la inequidad social, incremento del empleo y acelerar el cumplimiento de la agenda ambiental nacional y los compromisos internacionales.

Una tarea pendiente en Chile es desarrollar una conciencia ciudadana crítica frente a la energía nuclear. Ello debería motivar acciones políticas tendientes a promover un debate amplio y diverso que involucre al conjunto de la sociedad. Ello hará más dificultosa la tarea de políticos coludidos con la estrategia y lobby de la industria nuclear y a intereses económicos particulares que no sintonizan con el desarrollo sustentable.

Además, el desarrollo nuclear en Chile debe ser abordado considerando el principio de precaución. Así, toda iniciativa incorporaría prevenir cualquier situación desastrosa, por medio de la aplicación de seis principios fundamentales -1) anticipación preventiva, 2) salvaguardia del medioambiente, 3) proporcionalidad de la respuesta, 4) obligación de cuidar, 5) promoción de la causa de los derechos naturales intrínsecos y 6) pago por el daño ecológico realizado-. Un ejemplo de instrumento que forma parte de la industria nuclear que incorpora estos principios es el acuerdo internacional llamado código de prácticas para el movimiento internacional de residuos radioactivos, que incluye los principios 3 y 5 (Villarroel, 2010).

Otro aspecto relevante de destacar es que reconocidas las características sísmicas de Chile, que se debería aplicar el principio de precaución y no construir centrales nucelares por esta razón



 trabajo realizado por MIL.

Bibliografía

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· Comisión Nacional de Energía (CNE) y Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit (GTZ) GMBH, 2009. Las Energías Renovables No Convencionales en el Mercado Eléctrico  Chileno. 124pp
· Figueroa R. (2008). El fin del Acuerdo de Chagual. Disponible en formato HTML en <www.facso.uchile.cl/voz/voz26.html>
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· IEA Energy Technology Essentials (2007). Nuclear Power Disponible en formato PDF en <www.iea.org/Textbase/techno/essentials4.pdf>
· Larrain S (2010). Gobierno de Piñera miente sobre opción Nuclear Disponible en formato HTML en <www.chilesustentable.net>
· New Economics Foundation (2005). Mirage and Oasis, Energy chices in an age of global warming.
· Larraín S. y Moreno R. (2007). La energía nuclear no tiene futuro. Fundamentos de la oposición del movimiento ambientalista a la opción núcleo-eléctrica. LOM Ediciones.
· PIU Energy Review (2002); DTI/Ofgem 2004 -Distributed Coordinating Group, PO2a Working Paper Three: The Economic Value of Micro generation, Technical Steering Group.
· Programa Chile Sustentable PCS (2004). Situación de la Energía en Chile. Desafíos para la Sustentabilidad. 117pp.
· Reineri R. (2010). Estamos trabajando en la implementación de un plan nuclear eléctrico. Periódico La Tercera 26/09/2010.
· Universidad Técnica Federico Santa María y Universidad de Chile (2008). Aporte potencial de las energías renovables no convencionales y de la eficiencia energética al abastecimiento eléctrico del Sistema Interconectado Central, para el período 2008-2025.
· Villarroel  R. (2010). Principio de precaución.  Principio_de_precaucion.pdf